En internet abunda una práctica poco seria que consiste en lanzar cebos con titulares increíbles (la mujer que desayuna destornilladores), o soluciones milagrosas (sea millonario sin mover un dedo) para lograr tráfico, que, al abrirse, convierten el ¡oh! inicial en un ¡aaaah! decepcionado, como dijo en una ocasión un colega sobre un asunto similar. Son …